Carlos Arturo Castro Acuña, el hombre que murió en la tarde del sábado en las corralejas del municipio de Manatí en el ataque de un toro, pese a los 33 años, ya era un curtido en las fiestas bravas en poblaciones de la Costa Atlántica. Tenía 18 años de experiencia como banderillero.

Castro Acuña vivía en Candelaria y había llegado a Manatí el pasado jueves por los cinco días de corralejas que se iniciaron el día de la Virgen de la Inmaculada, fiesta patronal del pueblo.

El hombre se dedicaba en su pueblo a oficios varios, pero como desde los 15 años se enamoró de la fiesta de toros “iba a todas las fiestas a donde lo invitaran como banderillero”, dijeron familiares este domingo en Medicina Legal.

Así, Carlos Arturo había estado en corralejas en las fiestas de corraleja en poblaciones de Magdalena, Bolívar y Atlántico.

Recientemente se le había visto en la fiesta de toros en Santo Tomás, Sabanalarga y Cascajal, en Atlántico. En esta última población, hace cuatro años, se salvó de la muerte al recibir una fuerte corneada.

Este sábado, Carlos Arturo estaba en su tercer día en corralejas y en una de sus entradas al ruedo falló en una banderilla y cayó. Ahí lo tomó el toro y lo levantó por el cuello. Luego el toro regresó y le metió cinco corneadas más en el cuerpo cuando estaba en el suelo.